Nuestro enfoque

Históricamente, los niños diagnosticados con retraso en el desarrollo, parálisis cerebral, autismo, síndrome de Down, trastorno por déficit de atención, hiperactividad, problemas de aprendizaje, dislexia y una variedad de otras etiquetas sintomáticas han sido considerados como casos sin esperanza. Nuestro objetivo es tomar a cada niño con lesión que vemos, sin importar cuán gravemente esté lesionado, y llevar a ese niño hacia el bienestar en la medida máxima que nuestro conocimiento y habilidad lo permitan. Queremos que cada niño con lesión cerebral tenga una oportunidad de luchar por estar bien. A menudo nos referimos a nuestros niños como “niños con lesión” porque nuestros niños están lesionados, no dañados, no enfermos, tienen una lesión. Es por eso que usamos el término “niños con lesión”. Es una forma más precisa de describir al niño con lesiones cerebrales que trágicamente ha sido llamado por tantos nombres que son más difamatorios que descriptivos.

Miles de padres han venido a Los Institutos para aprender cómo ayudar a que sus hijos mejoren. Nuestros padres no buscan milagros, sino respuestas a sus preguntas y un programa efectivo para ayudar a sus hijos. Esos padres han demostrado, más allá de toda duda, que los niños con lesión cerebral no son casos sin esperanza, sino que tienen un potencial tremendo.