¿Un diagnóstico de Trisomía 21 es para toda la vida?
La Trisomía 21, o Síndrome de Down, es una enfermedad genética causada por la presencia de una tercera copia del cromosoma 21 (de ahí el nombre de Trisomía 21).
Los niños con trisomía 21, etiquetados como síndrome de Down, presentan un patrón de malformaciones relacionadas patogenéticamente. Se creía que estos problemas genéticos eran la explicación completa de por qué estos niños no podían funcionar tan bien como otros niños. Como resultado, se ha asumido que no podían ser tratados o ayudados. Pero no es así.
Los Institutos no trata el trastorno genético. Sin embargo, estos niños sufren lesiones cerebrales como consecuencia de sus problemas genéticos. Esas lesiones pueden ser leves, moderadas, graves o profundas, al igual que en otros niños con lesiones cerebrales.
El Síndrome de Down es una etiqueta más que un diagnóstico. Un diagnóstico adecuado describe dónde existe el problema, el grado del problema y la extensión del problema. Es necesario tratar el cerebro, donde realmente existe el problema para tener éxito.
Los padres pueden llevar a su hijo a Los Institutos. Después de realizar un historial detallado y una evaluación cuidadosa y exhaustiva, se realiza un diagnóstico y se diseña un programa de tratamiento en casa para cada niño, que se imparte cuidadosamente. Los Institutos presentan cursos para padres donde pueden aprender cómo proporcionar con éxito enriquecimiento y oportunidades en casa para ayudar a su hijo a progresar.
Mitos sobre Trisomía 21
Nuestro punto de vista sobre Trisomía 21
Padres de todo el mundo han ayudado a sus hijos con Síndrome de Down a avanzar por el camino del bienestar. Gracias a los programas desarrollados por Los Institutos, los niños diagnosticados de Síndrome de Down han podido mejorar sus funciones y, en muchos casos, rendir al nivel de sus compañeros y por encima de ellos.
“Mila has been our biggest motivation since the day she was born and continues to be the love of our lives. We are lucky to have had the support of friends and family that have been there for us since we started the program.”
Francesco continues to be an inspiration for the staff of The Institutes and families around the world. He has shown time and time again that Trisomy 21 (Down Syndrome) does not define an individual’s potential.
Ana Sofia’s mother realized her daughter had slightly flattened facial features and poor muscle tone. Her doctor told her that Ana Sofia had Trisomy 21. But with the help of The Institutes, Ana Sofia crawled, crept, walked, laughed, and read before she was 2 years.
Desarrolle un plan viable para mejorar la condición y el bienestar de su hijo. Presentado en inglés y español.